yo que una vez amé, tanto odio siento
que sería capaz de matar gente,
desde arrojar las carnes desde el puente
y de quemar los huesos en el viento
que procede del sur y trae aliento.
uniformes y placas, indecente,
gentuza con pistola que a indigente
acosa cuando duerme en un asiento.
si los llamas no vienen, llegan tarde,
y recogen un muerto por Llorente.
el asilo a las cinco esta que arde.
una vez tanto amé y tan presente
mi sentimiento fue aunque no farde,
una placa enterré hacia el poniente.