Isis M

Autorretrato

Distante e inalcanzable como la luna, así ésta noche derrito un pincel a través de mi iris buscando el color que pueda ser lo suficientemente cálido para no congelar mi espalda, porque a decir verdad, me pesan tantas páginas vividas y se me van ahogando las letras sin llegar definitivamente a una orilla.  

Y no es que pida lo fácil del camino o pretenda que despejado de malezas y piedras el final me aguarde porque nunca fui del almidón raíces y triplicada la dermis de mi piel al látigo que azota y a las despiadadas tempestades que nadie avisora en los pronósticos, me crecí como tronco duro a pesar de la sed.  

Así ésta noche, ya callada y acotada en el acimut de los sentimientos, más lenta que un cortejo fúnebre que despide eso que duele y arde, van mis dedos tecleando sin remedio una herida resistente a remedios, infectada amén de sales y cualquier parche que intentó taparla y simularla con fugas de manos abiertas queriendo cerrar puños.  

Va tan despacio que parece no avanzar y pareciera que marca intenciones temibles de hundirse, de ser tan punzante como prueba de autopsias que certifica en papel que se apaga la vida pero insisto en salvarme mientras el reloj avanza a su paso, infortunio de quienes no podemos decidir sobre el tiempo.  

De dos en dos los minutos y el cursor espera paciente mientras ordeno mil latidos despavoridos que saltan sin mapas desplegados como soldados en una trinchera sobreviviendo a la sed y alertas ante las balas en ráfagas que decapitan sueños y al centro del pecho el silbido de un tiro de gracia.  

Ya voy dando con el color buscado pero justo no recuerdo cuánto era de azul y cuanto de gris, o si es que en mi afán de que no pareciera cruda la verdad robusta, vertí algo de blanco en la paleta para no asustar la vigilia de ésta noche y un rezo por las almas condenadas al ejercicio de escribir, además de algún que otro trasnochado ebrio que entendió mejor la fina letra del Gabo.  

Que diablos... la luna no merece improvisaciones ni tisanas de manzanilla, aviso entonces antes que me venza la segunda legión de lágrimas que ando demasiado rota!  

 

La Habana, Cuba

(Sin fecha, ya no recuerdo qué día es hoy)

Isis Marilys Alvarez Silva.