El poeta murió…tan joven!
que los sensibles sauces lloraron
y sus dolientes lacrimales mojaron
las fúnebres notas de Beethoven.
Subió difunto al jardín de los cielos
donde aguardaban celestes sus rimas
las elíseas danzarinas de las Ánimas
flotando al luto vaporoso de sus velos.
Refractaria miraba la Muerte egoísta
el lírico adiós del canto inconcluso
cuando faltaban aún sones de uso
en los éxtasis del donoso panteísta.
¿Dónde estarán los versos que no fueron?
...encantos clausurados…
...sentimientos abortados…
¡ en manos malditas, siempre huyeron!