Yo vi los cuatro caballos
Que caminaban hacia el poniente
Esto hace unos cinco años
Y en mi memoria quedaron patente.
Eran de pequeña alzada
Pero no por eso no imponentes
Todos venían en fila
Y un crucifijo estaba al frente.
Cuando traspasaron la cruz
Uno de ellos en forma indolente
Hizo sus necesidades
Como impronta de algo potente.
Yo no podía creer
Pero era así inevitablemente.
Los caballos del apocalipsis
Sin duda estaban presentes
Y esa noche me quedé
Rogando a Dios impenitente.
Fue cuando me rescataron
Los carabineros al día siguiente
Y ni siquiera me preguntaron
Si tenía con El algo pendiente.