Buen Fruto
Eres como el desierto,
Que la cantimplora no implora,
Cuando arde el ocaso frío,
En el desierto mágico,
Como luna en el cielo,
O como ave que vuela lejos,
Dejando una estela con sabor,
Y un agrio tormento en el lamento,
Cuando arde la hoguera como flama,
Que quema como cenizas heladas,
Y en el tiempo como pasaje vivido,
Si eres tú mi templo y mi hoguera,
Sí, en el mismo desierto...