Mi alma reza frente al rosal
de pétalos caídos
y una lágrima se escapa
bautizando mi rostro y adivino
los pasos en la tregua del silencio,
las miradas perdiéndose
y siento que están al lado mío
aun retratados en la ausaencia.
El frío cubre mi piel
pero dentro el corazón se siente tibio
y debe ser por el calor de los recuerdos
porque a veces es más fácil creerse niño
que aceptar que estamos
haciéndonos más viejos.
Mi alma frente al rosal
no nacerá de nuevo
¿ Cuánto ha permanecido?
¿Desde cuándo?...Creí que había marchado
por la ruta del vacío