Cuando ella se siente mía
me nombra en su pensamiento
mientras desliza con su mano
un enorme amuleto.
El que le trae buena vibra
por los caminos de la vida
y en el se apoya firmemente
para no tener recaídas.
Una gran magia lo envuelve
que lo ha hecho su favorito
y a el le confia su suerte
que hasta mi nombre le ha escrito.