Hijo indigno del linaje campesino del padre
al salir poeta y no un tenaz trabajador de los campos,
no quiso nunca ser ganadero y cultivar los arados
prefirió la falsaria felicidad que encierra el núcleo urbano.
Diferente a los demás con la barba densa y el cabello largo,
con extraños pensamientos que confunde a los más sabios,
con apariencia delicada al sol y piel de cristal delgado.
Increíblemente estúpido al dudar de la fe por un profeta errado.
De noble herencia antioqueña y cuna de trabajadores blancos,
con sangre de abuelos conservadores y respetuosos por lo sagrado,
sabios caminadores de la montaña y cuidadores de los campos,
arrieros de pelo en pecho y corazón grande por sus amados.
Cuando muera que levanten un epitafio de versos en su terruño amado,
que cultiven la tierra con las cenizas de un cuerpo calcinado
y que de la tierra broten poemas, coplas y el ideario de su pasado.
Que la muerte sea un pretexto para que lean todo su legado
y la locura de sus escritos alegre los espíritus destrozados.
Que la parca visite al humilde poeta paisa,
el día que sea el digno hijo del padre verraco.
\"Escribo estos versos desde El Chuscal, la finca que heredaré de mi padre, que fue de mi abuelo y que abrió monte con sus propias manos\"
Copyright 2020-10-07 Alejo Fénix