Cada vez me convenzo más
que mi mente está enferma.
Pues te quiero retener
ansío que a mi lado estés.
Pero mis paredes hablan
y me transtornan.
¿Puedes ser ajeno?
O ¿que en otra pienses?
A lo mejor puede ser cierto
y todo me lo invento.
Me vuelvo a quedar en la cama
atrapada con mis monstruos.
Da miedo imaginarte en los brazos de otra.
Una que te consuele
y te quiera igual que yo.
Yo no la culparía.
Si eres lo que andaba buscando.
Un hombre perfecto, inteligente y bien atento.
En mi mundo imaginario
consiste en tan sólo quererte.
Pues la felicidad que causas
no tiene medida alguna.
Mi almohada me lo dice:
que tú por mí te desvives.
Al caer la noche
en mis sueños te revelas.
Somos la pareja perfecta
en aquel mundo imaginario.
En nadie más piensas
existo yo en tu memoria.
Aquí, en este rinconcito;
te quiero y me adoras.
16 de noviembre del 2020