Pura, generosa, bella. Callada
luces, cuando te ves frente al espejo,
contemplando tu dulce reflejo,
cual luna; dentro del agua plateada.
Y el viento ondulando tu cabellera,
de salvaje y veloz potro azabache,
recorriendo en la estela de la noche,
mil estrellas que visten tu cimera.
Y tú; mariposa en pleno vüelo,
extiendes libre tus alas de seda,
sobre el arrabal de la blanca almohada,
que acaricia tiernamente tu pelo
blondo y rizado. Escultural velo,
que muestra tu rostro en una mirada.