Sólo puedo vivir
a unos centímetros del suelo.
Perfecto equilibrio
entre la vida material,
abrumadora,
y ese leve
vuelo de ave,
de hoja,
remontada
por el viento.
Jugando
a aparecer
y desaparecer
en los remolinos
de la vida.
Por qué ese querer
aspirar el aire
que no me pertenece.
Por qué
soñar ser pájaro
o mariposa.
Por qué
no poder vivir,
con los pies en la tierra.
Necesito el equilibrio
de los días volátiles,
para vivir los días terrenales.
Sólo así,
vuelvo a ser yo.