Dos barcos están anclados
en uno de tantos puertos,
uno listo para zarpar
el otro espera unos repuestos.
Un barco le dice a otro
no te parece aburrido,
pasar tanto tiempo navegando
en el agua del mar metido.
El otro rápidamente contestó
con un tono de aventurero,
eso a mi no me preocupa
siempre voy donde yo quiero.
Un día de estos me pararé
porque estoy muy preocupado,
yo transporto un líquido negro
que al mar ha contaminado.
Yo no tengo ese problema
la carga mía es de humanos,
el barco tiene sus leyes
y al mar no contaminamos.
Hay leyes para el ambiente
los tanqueros las violamos
y nadie está vigilando
para ver si contaminamos.
Yo te voy a decir algo
para que nos preocupamos,
nosotros no somos culpables
culpables son los humanos.
Tenemos que hacer algo urgente
ante un problema palpable,
al mar lo están matando
y no aparece el culpable.
Los barcos no estamos solos
en el mar hay mucha vida,
si seguimos contaminando
muy pronto será destruida.
El hombre inconsciente contamina
con una mentalidad asesina
y un deseo por destruir
al mar y la vida marina.
. Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,21/11/2020