A POPAYÁN.
A lo lejos se pierde la abrupta cordillera,
Entre destellos inmarcesibles de celestial grandeza.
Oh ciudad antigua de inmortal fiereza
Perdida entre las formas de la madre tierra.
¡OH cuna de valientes¡
¡Oh cuna de poetas¡
Sacrificada en el ara de las letras.
¡Oh villa de Belalcázar¡
Tú forma clásica
De calles empedradas y misteriosa esencia;
Cual encantadora dama
De iluminado rostro y de historia vasta;
Eres mi mujer perdida………………
La que embelesa mi pluma,
La que embelesa mi alma.
Tú fuiste ungida con el óleo puro,
Que los hombres llaman: la grandeza.
Ciudad de matices blancos, jazmín florido,
Con las manos llenas de resplandor eterno,
De inmortalidad serena.
Ciudad henchida por el tiempo,
De hijos grandes, de coraza nueva.
Raza de amor fecunda,
De finos rasgos, de fornidos pechos;
Mujeres de belleza muda.
¡Oh frutos prohibidos de madurez eterna¡
Tierra fértil de valioso encaje,
Llanura indómita, laurel sagrado.
La luz se refugia en tu misterioso abrigo.
La naturaleza embriaga,
¡Purace yace dormido¡
Oh Popayán…………….
Sonora ciudad triunfal,
De esculpida historia,
En las rocas de la escarpada cima.
Cima de los montes,
Cima de la gloria.
Oh Popayán triunfal
Oh cuspad inmortal.
Ciudad blanca, de silente alborada.
Pequeño terruño de la lengua castellana.
Hijos epónimos: Valencia, Mosquera.
Hijos sagrados, gloria sin par.
Anarkos henchido de gloria.
Oh Popayán, Oh mi ciudad triunfal………
Alfredo Casas Niño.