Deben cuidarse todos los que tienen glicemia
porque es muy peligrosa la maldita pandemia.
Para que no les pase lo del viejo Garcilla
el que muy fanfarrón nunca usó mascarilla,
lo atacó el raro virus y lo hizo una papilla
fue un milagro de Dios no acabar en capilla.
Hoy el señor Garcilla siempre se va cubriendo,
con todos sus cuidados ya se le ve sonriendo.
Se llevó enorme susto, quedando con anemia
el pobre, día a día se toma su pastilla,
pero los fríos vientos lo van entumeciendo.
Es un virus tremendo,
jamás dejar la vida colgando de la suerte,
porque si te descuidas no perdona la muerte.