Busco tu antología ya hecha pedazos, entre la nada,
aunque esquives mis besos yo te siento ante el silencio,
el cual no tiene precio en tu vida y la mía,
todo se va al silencio sin engullir certeras respuestas.
Busco tus labios en las migajas del tiempo absurdo,
el cual conmueve a mi alma y ante los riscos me sostengo,
y usted me tiende la mano tan fuerte como el amor,
pues ya la tengo segura en el recuerdo para no causar dolor.
Tan firme está el puerto del amor entre las aguas del mar;
fluyes sin dolor del vaivén en el oleaje: estacas filosas posan las rosas
para darte perfume exquisito y el palpitar del corazón.
Serena esta tu mirada la cual queman mis ojos;
sus brillos resplandecientes abarca mis impulsos quiméricos:
ya está la madrugada entre ellos , usted y yo.
Colmo la vida , tan llena de sortilegios azules con tus gritos serenos,
hechizos son tus susurros en la suave madrugada,
para embriagarnos de amor y paz estamos, solo usted y yo,
encuentro de amor formado ya se ha consumado.
Ostras deliciosas nos entrega la mar en medio del alto oleaje,
susurros cantos de amor rechina la suave brisa,
te amo mujer de mis tempestades y sueños,
tan anchos son tus pechos que adormecen mis instinto.
Camino entre tus noches clara, muy sereno y solitario;
deseo entregarte amores faltados y seguidos: te abrazo con amor y fecundo
tu vientre entre las estrellas, desnudos están dos cuerpos.
Erótica esta la noche con su fresca brisa y suave;
tu sonrisa hace ecos frente al extenso universo: es apacible tus
instintos los cuales doblegan a este ser, pues soy tu amante.
RIVAS JOSE
Barinas –Venezuela
27-11-2020.