josecarlosbalague

BESOS

Besos tan apasionados.

Besos néctares de diosa

de aquella italiana hermosa,

erógenos y mojados.

 

Besos para el recuerdo

de aquella negra divina.

Beso que nunca termina.

Del sabor siempre me acuerdo.

 

Luego estuvieron los besos

de una rubia exquisita

que ella siempre necesita

como preludio de excesos.

 

Siguieron los de la morena.

Besos de hembra española,

una auténtica manola

con cara de Macarena.

 

Después los de la francesa

¡como besaba la gala!

aquella linda zagala

que me llevó de cabeza.

 

Muy buenos los de la rusa,

linguales, largos, calientes,

de antología, ardientes.

En tiempo llegó a ser mi musa.

 

Los de la germana también;

luengos y duraderos,

ósculos elogio a éros.

Siempre estuvieron muy bien.

 

Así eran aquellos besos

que me dieron las mujeres

con las que tuve placeres

fantásticos, embelesos.

 

27 noviembre 2020

josecarlosbalague