mariat araure

ZATIVOSKI

Has tenido el descaro de ignorarme

de no querer escuchar lo que te digo

ese zumbido permanente y obstinante

hacen que reniegue hoy de ti

 

Lo que diera por no haberte escuchado

porque mi oído

hubiera sido inmune a tu sonido

 

Tus palabras entraron como eco

no fue posible

confundirlas con mis vísceras

y retumban como un grito permanente

desbordado entre los hilos de mi sien

y en mi propia frente,

 

Quisiera salir de mis oídos

y encontrar en tus verbos y tu aliento

la calma que no tengo