Cae la noche, en este lugar eterno
abrazada en tí, durmiendo.
Soy efímera, solitaria y ardiendo corro a tus pies.
Me envistes por sorpresa,
me atacas encogida en bolas de algodón blanco.
Cae la noche, sin fronteras
oliendo a tí, gimiendo.
Soy el agua, ardiente de mi sed.
Me empapas de sudor frío,
y pierdo el sentido de la realidad.
Vamos y venimos
mientras cae la noche,
en este lugar eterno,
Amor.