Tu caricia extrañando
me olvidé de olvidarte,
y te voy recordando
con deseo de odiarte.
Me la paso intentando
el poder ignorarte,
y camino pensando
como dejo de amarte.
Es esquivo el olvido
cuando vibra excitante
un recuerdo amoroso;
pues pernocta florido
de manera constante
ese sueño fogoso.
Autor: Aníbal Rodríguez.