Alfredo Saez

-La piedra lunar-

 

La piedra era  enorme y lunar 

en sólido y perfecto equilibrio,

no caía con la hiper Cartepillar

ni moviendo hercúleo su manubrio.

 

Pero tú...personaje de negro paladar

 averiada tu nave con ajustado timón

puedes al  instante inesperado resbalar 

 pisando  distraído, caída en loco tropezón.

 

La mortuoria batalla de las fronteras

hecatombe que  tres iluminados decidieron

-acopio de cadáveres  en fúnebres canteras-

diabólico e  irracional precipicio  que blandieron.

 

Cuando antiguos mitos respiraban

 y aun felones,  murieron  altivos

 parecían zahoríes que educaban

 ...si parecían tan lúcidos y vivos!

 

Flores en las memoriosas lápidas

celestiales versículos tal fuesen divinos,

que ya muy pronto serán  estampidas

donde  rezan  al trío los nuevos vivos

 

 Falsas cumparsitas por  esos muertos  

anfiteatros de oratorias, mensajes seudos

de aquellos públicos y efímeros aciertos

en los lucros y empeños de sus deudos.

 

Plácidos ensayos de vocingleros cacareos

corrillos de circos eléctricos de la nada.

alabando roncos hurras a míseros trofeos

en la neo elegía de la colectiva manada.