Como un fantasma entre pasado y futuro, está la vida…
La Sombra
A mi lado andaba una sombra,
no sé quién era,
pero en ese momento,
no le pude preguntar;
mi voz, se había apagado.
De una grieta en el pecho
le escurría sangre.
¡La víbora se arrastra! —pensé,
se escribe con angustia
su ignorancia.
¡No pudo quitarme nada!
—Pues, nada tengo.
Se me figura,
una llaga sin tiempo y,
no entiendo por qué,
allí, continua la sombra.