Me duele esto mas a mi, que a usted
Que incluso en mi intento de despedida, estoy a su merced
Porque fuiste tu el empujon para poder llegar lo que alcance
Pero para llegar a su alcance, piense usted, en lo que debio haced.
No es que yo lo odie ni le guarde algun rencor
Aunque admito que pensando en usted, perdi el balance de mi licor
A pesar de haberme el alcohol salvado en las noches de un sentimiento acusador
No es ese el calor que busco ni tampoco su fulgor.
Este es mi adiós y que la vida siempre te ilumine
Y que de cuando en vez, por la puerta de mi presente se avecine
Llevare conmigo sus enseñanzas, termine donde termine
Mas que las malas experiencias, a ti nunca me viren.
Pero brilla, no te opaques por mis tristes dias
Sonríe para fotografías y suspira tus poesias
Tal vez mi hombro no fue suficientemente ancho
Para recoger bajo mi ala todas tus lágrimas
Y mi soledad es mas fria que la firma de mi biografia.
Aunque no te miento, lo que digo a lo que callo, son palabras contrarias
Comparadas a mis acciones tan timidas y ordinarias
No me ames hasta conocerme, hasta ver la soledad que escondo
Te quiero, pero con soberanía, tristemente con este adiós te respondo.