Alborada de noviembre,
con la sábana en los pies,
he despertado en un Sol de veintitrés
Lunes es confidente conmigo,
cerca de la frontera del olvido,
con los párpados herméticos,
la beatitud y el desencanto,
en un santiamén,
evocan lo vivido.
Incontables instantes
billones de emociones,
una vida escrita
y otra por redactar,
¡Hoy! brindo por veintinueve otoños,
por qué cuando la hojas caen,
reverdezco de nuevo.