Carlos Eduardo

Los vejámenes de los huidizos

 

Ahí van los fantasmas,

 

agreden y se esconden,

 

palabras sin beneficio,

 

hechos deleznables,

 

sin disculpas,

 

huyen,

 

sólo la muerte nos salva

 

de ellos o nosotros,

 

pero el mal perdura,

 

no existe policía,

 

justicia,

 

ni paredón,

 

¡qué buena sería la guillotina!

 

...