Yo que besé amor aquellos labios,
prendidos de tu cuerpo con aroma,
con fragancia que flota en esta hora,
y este cuerpo que siente y toca
el recuerdo de mi dulce pasión.
Reminiscencia de flor y sol,
cuando por vez primera
besé tu tierna primavera,
pequeña rosa de mocedad.
Robándote aquella esencia
de pétalos embriagantes
por los que mi enamorado
ser, sucumbió.
Semilla de amor que floreció
en este pedazo de corazón,
que aun enamorado
te recuerda lleno de ilusión.
Es el tiempo suspendido,
el que quedó detenido,
el que permaneció indefinido,
en un largo y solo suspiro
con un mendrugo de amor.
Los años volaron,
pero no la sensación,
y esos amantes besos
que fueron de embelesos
quedaron atrapados
en una imagen
de solo dos.