El reloj muestra la tarde
sobre la puerta cerrada
y los trinos en el viento
hablan de tiempos pasados
El aplauso y no la gloria
y un sueño entre su locura
la sonrisa de los niños
de esos que lloran tan solos
Silba el viento en la ventana
está cayendo la noche
la puerta sigue cerrada
nadie andaba por la calles
Porque la dicha es un sueño
y el llanto sobre ella corre
en el polvo de su frente
lleva tatuada una estrella
Escribe a tientas y a ciegas
y siente que brotan flores
pues sus versos tienen alma
cuando la luna los baña
Puesta en tierra la rodilla
por piedad pide socorro
por un verso que se escapa
que de su mente se escurre
Un instante solo dura
pronto recorre su pluma
los versos que va plasmando
rellenando las cuartillas
Bajo las miles de estrellas
se va durmiendo el poeta
y un angelito lo mira
con la sonrisa en la boca
Vieja pluma que descansa
perdida su compostura
porque esta noche ha partido
en libertad con el viento
Era un viejo jardinero
que quiso también ser poeta
las flores de su corona
eran las flores del alma
Enjaulada en la mañana
pasan los cuatro caballos
con tristes penachos negros
detrás la gente lo llora
Detrás la gente lo llora
todo el pueblo está en la calle
y una niñita muy triste
deja su quejido al viento
Es la nieta tan querida
que ve partir a su abuelo
en lo profundo del alma
lleva ese adiós tan sincero
Por el eterno camino
que va de la tierra al cielo
ya desfila el viejo poeta
en su boca una sonrisa
Y ve la nieta querida
es las nubes una sombra
es su abuelito querido
le dice adiós con la mano
Se alejan las tristes penas
un soplo de brisa llega
ya no llora aquella niña
porque descansa en el cielo