En sábado matinal
el corazón grita alegre,
ellas se sincronizan
una adelante y otra atrás.
El susurro del viento
ese sol inicial,
temblorosas piernas
avanzan sin parar
Que mañana seguro
mi cuerpo lo repetirá,
sancada tras sancada
la respiración taquicardica.
Hasta el fondo de los ojos
meditando mi tazón de oro,
palpita mi jarro acelerado
ánimo que a la meta llegará.
J.J. Cano