Las notas estallan en la melodía,
que escuchamos juntos, cuando se podía.
y un beso inocente, robado de día,
fue la fortaleza de una teofanía.
La vida te enseña, cobrándote heridas,
el tiempo potencia la espera sufrida;
pero es al final, nuestro amor eterno;
único arquitecto de los “todavía”.
Todavía vivo lleno de esperanza,
porque todavía me infundís templanza.
Todavía siento la pasión extrema,
porque la batalla es la fe suprema.
Todavía veo amor en tus ojos,
porque no han podido cegar tu sollozo.
Todavía quiero tenerte en mis brazos,
y con mil caricias, calmar tu sonrojo.
Todavía quiero rozarme en tu alma,
y burlar a cronos y hacerlo pedazos.
Todavía siento que tu flor se abre,
y siento mis sangre fluir paso a paso.
Todavía espero el sublime instante,
de verte corriendo, directo a abrazarme,
y en cámara lenta, rodear tu cintura,
y lograr del sueño, jamás despertarme.