Si cerrara los ojos,
sería un dormir de serpientes
con toda su bronca cohorte
de lechuzas estúpidas y sombras
gesticulantes. Sí, una materia
ascendente de clorofila superflua,
y una corona de flores marchita
y torpe. Si cerrara los ojos ahora,
sería asombrarse del mundo en sus cenizas
equivalentes, y en ese asombro, destinarse
a las lágrimas o a los labios sin esperanza.
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