Se viste la luna con ropa prestada
solo para que la miren en las noches de gala.
Puede su luz ajena enloquecer pintores
brillar en el hielo de las mentes brillantes
bañar de un solo color las formas del olvido
y ser lo que tiene de verdad
lo que nunca sucede.
Lleva en la espalda un túnel sin salida
y es puerta abierta a los precipicios
es temblor perdido en el viento indeciso
permanente aprendiz de lo que la luz no enseña.
De pronto esta luna es nuestro barco de vela
que lleva y trae lo que todos esperan
sin ser dueños ni siquiera de un sueño.
De pronto es un puente solo de espinas albas
para el que siendo sol a plena luna
se mira y desespera.