Anécdotas de vida, un recorrido con treguas…
Momentos gloriosos y también de tropiezos.
De hecho, prestos a los cambios y retos,
Retos que nos llevan a la senda de regocijo y pruebas.
Un fracaso será una satisfacción, porque aún de ellos se instruye uno.
Será la manifestación para llegar a la cúspide de los más altos hitos del mundo.
En algún instante quedan las grandes interrogantes de saber que vendrá más adelante.
Pese a ello lanzarse, zambullirse, aún sin tener a plenitud todas las técnicas de vida,
Hoy, luego de un balance en el recorrido encontré tormentas en el que hizo mis días un torbellino.
Torbellino porque así lo permití y también viví momentos de regocijo y gloria.
Y magníficamente en una visita, al sur de mi país observe un mural inexplicable de jeroglíficos,
Gigantes colinas que con tan solo mirarlas te susurraban una vida,
Uno podría sentir, que te observaban y tú al mirarlas podías hallar siluetas, rostros de seres que por ese lugar pasaron.
Jeroglíficos, historias vividas, vivencia que dejó historia.
Eh ahí una leyenda, las huellas marcan momentos de deleite en una alianza de vida.
Huellas de vida, de los momentos más memorables en la faz de la tierra,
Maravillados por las pruebas que conlleva el vivir en este espacio astral,
En esta gestión pude ser testigo de los momentos más inexplicables que un ser humano puede vivir.
Luego de pasar por semejantes sucesos aún respiro, vivo!!!
Una batalla más, vencida en este sendero,
Una recorrido donde existen rocas, aparentemente fáciles de escalar.
Así será los días, pero siempre que se presente nosotros tú y yo iremos sostenidos del amor.
Nos vamos arrullando en el seno de un cálido gesto de amor.
Afirmo que cada mañana fluye un amor que nos envuelve de dicha,
Eh ahí el compromiso de ser uno guerrero para sobrellevar cualquiera que sea la encrucijada.
Vivir en pleno, carcajearse, dibujar una sonrisa, aún si esta fuera minúscula.
Ese detalle ayuda a mantener esa energía positiva que regalará al mundo esperanza.
Esperanza de amor…