Nuria de espinosa

Delirios

 En el atardecer

tardío

regresé al duro

cemento,

hice una escala

para tomar

un café mientras

oía la guitarra

de las olas.

Mi delirio,

al tocar los

ángeles.

Encendieron

las luces

de las farolas,

el crepúsculo

asomaba,

me marché,

y un candado 

cerró mi corazón.