Una onda aportadora es el amor,
vibrante antídoto contra el dolor;
amor, energía del corazón,
sin cesar mueve el mundo con su son.
Ondas somos en el Universo
que la vibración del amor une,
ondas que al expirar por completo
en una sola onda se confunden.
El amor nos hace un solo cuerpo,
nada de lo que en la parte ocurre
sucede sin afectar al resto;
por el amor todo nos incumbe.
Aunque el espacio nos ponga lejos
no será trecho que nos desune,
sí vacío por nosotros lleno
puesto que el amor todo lo cubre.
Tu alborozo me eleva hasta el cielo
y es todo mi ser quien por ti sufre
cuando el dolor es tu compañero;
sabe que el amor al otro asume.