Un día sin pájaros.
Recuerdo con nostálgia cuando todo esto era verde y noble.
Las frutas se descolgaban de los árboles y las niñas no necesitaban de cirugías.
Hoy cierro los ojos y aparto de mi óptica un día sin manzanas, sin peras, sin nancites hasta sin arbustos.
Sería bonito retorcer el reloj obtusamente y viajar a la mañana y tocar el sol dejando la tarde en una esquinita de la ciudad, o ir al mañana para morir de una vez con la noticia del deterioro universal,
tocar las frutas y verlas coloridas a como se ven las camisas Levis, Old Navy, Michael kors en las tiendas de lujo.
O verlas como racimos de miradas tristes de las mujeres de un burdel.
Realmente sería bonito un universo con frutas: - dijo en su agonía un pajarito acostado debajo de un árbol seco.
Albert Hernández.