¿ Qué raro capricho del destino me llevó?
cuando mi ojos cegados por una utopía,
caminando donde solo hay piedras,
entre monocromáticas sendas encontré una flor.
Erigió impávida, en soledad, sin angustia
de tallo austero, pimpollo de contundentes pétalos
tersos, fragantes, de un azul intenso
como única referencia viva en un lecho vacío,
una azarbeta que secó el viento.
Belleza destacándose en la inmensidad monótona
¿Cuál es la razón..., que necesito aprender?
¿ Por qué me ofrece esto?
si mis pasos escapaban de la realidad
la vida surgiendo en donde casi es imposible
una flor y la nada.
¿Será una síntesis de mi vida… si te dejo ir?
el sendero es difícil, las piedras son obstáculos
la cobardía es pálida , no tiene colores
pero el amor no se busca , se encuentra.
Apareciste entre tanto fracaso, mis piedras...
sutil, delicada, azules ojos de franca mirada
tal vez seas la flor y mi utopía..., vana .