Nacido en una familia de un pastor,
pero no nació para convertirse en uno,
él descubrió su vocación más tarde,
su visión del cumplimiento de su vida,
las pinturas al óleo sobre lienzo
*
La inspiración de su pincel
era escenas de la pobreza campestre,
de la privación invernal de imaginar,
donde la luz de la esperanza
una carencia, tal cual el pan diario
*
La bella vida artística de París,
acompañado por sus pares,
iluminó su corazón para pintar
paisajes de días de verano,
girasoles y noches ilustres de estrellas
*
Nubes tormentosas en su mente formaron,
oscureciendo su sentido de la razón,
los grilletes del delirio encadenaron
su crecimiento de autoestima,
en un pernicioso callejón sin salida
*
Su corazón en vano había amado,
su oreja la víctima de su aflicción,
su fama aún no reconocida,
cuando la muerte a causa
de una herida de bala signifcó
un enigma más en su vida.
David Arthur ©®