Después de más de 22 años en el mismo sector trabajando,
y mucho tiempo analizando, meditando y observando,
después de muchos malos momentos y de situaciones in crescendo,
creo que.. admiro sobre todo a los hombres cemento.
No digo que grandes líderes no sean necesarios,
ni que sea bueno que haya tipos obedientes y ordenados,
que los trabajadores deberían ser educados y positivos,
ni que el equipo este por encima de los individuos.
Pero con los años, admiro sobre todo a los hombres cemento,
a los que hacen los trabajos que no se ven, a veces los más necesarios,
a los que continuamente están aprendiendo, son un poco con el tiempo sabios,
los que son fantásticos profesionales en los momentos más duros.
Hombres cemento en mi empresa hay muy pocos,
tipos que han estado en muchos puestos,
lo que les da visiones laterales de los espacios,
lo que les hace estar habituados a la creación de manuales y a los cambios continuos.
Hombres cemento, albañiles, fontaneros,
porque saben de forma manual arreglar los desperfectos,
aunque entienden los programas y los automatismos,
cada vez por desgracia son más imprescindibles y necesarios.
Los hombres cemento aman y les gusta el trabajo,
no lo ven como un castigo, ni un suplicio,
no entienden o no quieren entender de burrocracia,
ni de cortesanos, empezaron de soldados y serán siempre soldados.