Adelaine Soto Alvarez

NI LA BRUJULA NI LAS SIETE LLAVES.

Me quito el antifaz

Que no es otro que mi propio rostro

Agrietado

Cruzo los pies ulcerados y escamosos

Igual que mi interior

Cubierto de lino verde

O quién sabe si me he vuelto daltónica

Y no es lino, ni es verde

Diviso muecas y patrañas

Donde hubo una sonrisa famélica

Busco la palabra precisa

La flauta del Mago

Llena de filantropía

El carrusel de mi infancia

Mi espejo gótico

Y me responden

Fantasmas en espiral

Rostros desconocidos

Escoltando un ataúd de mala muerte

¿Qué sucede con mis recuerdos

Y el juramento

La noche de los noctámbulos?

No llega respuesta

Ni una leve luz

¿Cómo regresar al punto de partida

Si no encuentro la brújula

Ni las siete llaves

Ni siquiera a ti

Que te creía mágico?

¿A dónde fue a parar mi lucidez?

Solamente veo un árbol

Convertido en chancla

Y una chancla irreconocible

No sé si es que llegó la hora

De morir en solitario

Pero los hierros chirrían a una voz

Y los perros ladran

Una melodía que me aterra.