Tus dedos recorren
Cada pliegue de mi cuerpo,
Un escalofrío cruza mi espalda.
Mis brazos se pegan a tú cuello,
Mis ojos buscan tu mirada.
Mi boca se abre para tu lengua,
Mi piel siente tu daga.
Esa que atraviesa mi carne,
La que deseo con el alma
Al igual que deseo tus besos
Cuando despierta el alba,
Te quiero en mis brazos,
En mi cama,
Cada noche,
Cada mañana.
Tomarte cada día,
Tarde o madrugada.
Siempre que sea tu piel,
Acudiré a tu llamada.
Sigue besándome,
Quédate en mi cama,
Que la noche comienza,
Y mi cuerpo clama