Como Eva a la manzana,
el náufrago al velero,
Colón la tierra firme,
así yo te deseo.
Como buscó Moisés
junto a su pueblo entero,
la tierra prometida,
sufriendo en el desierto.
Como el niño sustrae,
ladino un caramelo,
o el borracho suplica
que el vaso esté relleno.
Como mayo a la lluvia,
tras un invierno seco,
espera ansiosamente
que sacie los terrenos.
Como el buen astrofísico,
detrás del catalejo,
aguarda a su cometa
surcando el universo.
Como el astuto perro,
jugando con su dueño,
espera muy inquieto
que le arrojen otro hueso.
También el feroz lobo,
cansado y tan hambriento,
atisba agazapado
a un corderito tierno.
Como a la expectativa,
el buitre carroñero,
su presa moribunda,
vislumbra desde el cielo.
Como el brutal colmillo,
del conde sempiterno,
divisa salivante
el delicado cuello.
Como el poeta triste,
se pierde en mil lamentos
romántico y sensible
para que acuda el plectro.
Como ojos inyectados
de la pasión y el fuego,
en el instante mágico
de desnudar tu cuerpo.
Luchando contra el viento,
soñando ese momento,
rayando la locura,
así, yo te deseo.