Romey

Correspondida soledad

Triste tarde solitaria como el viento en los cortinas, fuera el agua fría, la noche acecha, se marcha el día aprisa... Sopeso este instante: no pasa, se eterniza...y tal suceso es sumamente intrigante...me pregunta qué mérito me pertenece en la vida...qué muerte me esquiva porque no quiere verme de cerca... Pero cae la soledad como una yuvia negra, alquitranada... Bebo olvido de una vacía boteya...me yeno de nada...no quiero yorar otra vez... Me dolía dejarla correr; elegimos dirigirnos por caminos diferentes, opuestos, como la luna y el sol...fué una triste tarde solitaria como esta mientras paseaba, me di cuenta de nuestra mútua incoherencia... El ruido de la carretera rompe el silencio sin piedad, como si quisieran impedirme recordar esos que van y vienen...no importa; percibo tus latidos en los míos...y tú captas el sentido de mi sonrisa anticipada...porque eres mi principal dependencia...una adicción provocando alteraciones en mis ideas...una fuente que mana fuerte agua sensual... Oh gheisa, dóname solamente tu leve gentileza, acaríciame, siénteme siempre...imperturbable, observarte desde...(no se sabe) Percátate de mi presencia inmaterial... A tu ser eterno me inmiscuyo de yeno porque quiero probar una sola gota de tu letal veneno...lo malo me es bueno...me estoy acostumbrando al impulso liberador del santo pecado... Puedo pedirte un beso, o es demasiado? Vamos, ten confianza; tengo donde guardártelo; dámelo antes de que te lo robe algún rufián... Te amo, lo prometo con toda mi alma...aunque se ve tan larga la distancia... Creo que volveré a yorar al mar mis lágrimas amargas...y ya está...de verdad que lo siento tanto...pero no pasa nada...hasta el tiempo se ha parado

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