Me regalas sonrisas y yo te hago versos, con luceros y rimas te los doy. Me regalas miradas y tus ojos quedan pintados en el lienzo más fino, con acuarelas de cristal. Y si se trata de abrazos yo te doy uno con sonido celestial, lleno de calma y paz. Me regalas una flor y yo te hago poesía en un un pentagrama lleno de armonía para cada uno de tus días en cada mañana, entre notas blancas y suspensas... Infinitas como lo eterno... Infinitas como tu alma.