EHUR OHR

Hoy...en tu día

En la inmensa soledad que me define…

una luz encendió mis emociones,

fue tu imagen candorosa que me mira,

me contempla fijamente y en silencio.

Tu actitud serena y quieta te engalana,

mi impotencia cabizbaja se quedó paralizada,

me invadieron unas ganas de llorar incontenibles…

inconsolables,

conspiraba una nostalgia indescifrable,

me sentí desamparado…

sin poder decirte nada,

y tu allí…

esperando de algún gesto improvisado…

que renueve nuestro amor inmaculado.

Me sorprende tu valor,

tu entereza no es usual a esta edad,

la madurez a tus años no es común,

el dolor esculpió tu corazón…

tantas veces mal herido,

lo hizo fuerte,

invulnerable.

Los momentos de tristeza en lugar de destruirte…

te han llenado de coraje,

la incertidumbre prefirió abandonarte…

y poco a poco se evapora de tu vida.

Dominaste a los lamentos con paciencia,

soportaste sus embates,

no pudieron contra ti…

y se rindieron a tu estampa caballera.

Aprendiste a lidiar con la ansiedad…

la sometiste.

Ya más nunca volverás…

por los caminos de la duda,

encontraste la respuesta a tus dilemas,

y estás lista para el viaje hacia la paz…

esa paz interior tan anhelada.

Desde ahora los suspiros se transforman en sonrisas,

y el rosal del jardín multicolor…

te envolverá con su perfume.

Desde hoy…

el encanto se apodera del paisaje.

Todo es magia,

has cruzada el laberinto de las penas,

te alejaste de los días de aflicción…

y has podido encontrar la razón a la ansiedad que te envolvía.

Con tu voz endulzante has calmado los latidos apurados de mi pecho,

y aliviaste mi delirio impotente tantas veces…

oprimido por tu ausencia,

y maltrecho por lo cruel de la distancia.

Hoy…

en tu día…

en tu cumpleaños

te has vestido de valiente,

te pusiste la mejor de tus sonrisas…

y has salido luminosa en procura de tus sueños.

Un aroma de total seguridad hoy te desborda,

tu silueta estilizada de gran porte…

se apodera del contexto.

Derrotaste a la tristeza,

la arrancaste del destino,

ahora bailas al vaivén del candor de la esperanza.

Desde ahora tú eres libre,

y alzas vuelo a la conquista de tu cielo…

 

Mi buen Dios, mi Señor escuchó mis oraciones.