Sierdi

ME ATORMENTA QUE SE MARCHE MI TORMENTO

 

 

Hosca, fulgente, mi mañana, encandelillada, oscura.

Cuando tú, mi radiante sol, sombría, resplandeces,

Mas, tu fuliginoso fulgor, tan puro, me enloquece.

Destellando sombras como la estrella brillantina.

 

Tus ojos nobles, malvadamente besan, millares.

Me invitan a tu lienzo, colmado de manjares.

Pero cuando tu nebulosa, apaga las velas.

Te llevas mi sustento, ahogando la velada.

 

Muy feliz y enojada, se marcha mi tormento.

Quién opaca encrespada, mi dulce mañana.

Si estrellada se despliega, nunca amañada.

Tu adiós, muy solito, en mi alma atormentada.