Ya volviste a los andamios,
al bocadillo de las nueve
a la cerveza triste
bebida a trago lento.
Sobre pared montada
de ladrillos
crecen cicatrices en tus manos.
Te mira la madrugada
de frente y te mira a la cara,
tú con los ojos vencidos
le entregas el alma,
maldices tus escamas
por ser pez fuera del agua.
Mientras crece la pared
se emborrona tu mirada
crece la rabia
mañana tras mañana,
la misma pared
te mata
siempre traidora,
con su cemento
mirando al cielo
desde lo alto del andamio,
dónde tu pierdes siempre
la guerra