Me siento en los fragmentos
de ese no sé qué traerá el mañana,
y abro la ventana
entre significaciones y deseos
con el ansia del encuentro
y te siento cerca,
resistiendo,
y te sueño,
y me gusta lo que sueño
y lo persigo sin perderlo,
como añoranza y paisaje entre contrastes;
y te siento
comprensible;
y te encarnas
entre abejas que descubren el cielo,
entre rostros que olvidan el humo;
en briznas de horas que respiran,
y veo tu cuerpo transparente,
que ahora es sonrisa de Aleph
y pétalo leve de aurora.