Honras fúnebres
Cuando alce vuelo,
mi ser llegará
al cielo y, en paz,
cobijará de amor
la senda terrenal.
Que no exista dolor
ni una gélida exequia,
si un sobrio funeral
de fe y cantos,
de excelsas palabras,
en nombre de Dios.
Que los credos
llenen de fuerza
al clan familiar,
a contiguos amigos
y con férrea voluntad, asuman la verdad,
el réquiem del adiós,
el bendito final.
En las honras fúnebres escucharé
allegros y sonatas
adagios y elegías,
serenatas
y una romanza,
con sus acordes,
dará paso
a la resignación. Que la orquesta
afine el transcurrir
de las horas
al son de sublimes melodías
y sentidas poesías