Klore

¿También te sientes solo?

Nos encontramos en este cruce de calles

grises, como el tiempo estático

que vertebra la ciudad vacía.

El sofá, lleno de polvo, ocupa la mitad de la acera;

nos sentamos y las canciones se suceden.

Angel Olsen nos grita su angustia

y es preciosa cuando duelen atravesándonos sus versos.

El aire tiene algo de ceniza,

de piernas interminables,

y los cables que inundan los edificios

desprenden electricidad de colores apagados y solos.

Estamos ahogados en estas extremidades,

en estos cables,

en esta angustia que suena a distancia,

a vino amargo frío.

Si saboreara unos labios serían tornillos,

azufre oxidado de la lluvia de ayer,

cuando el salón era una habitación de hotel

apartada en un abismo.

Pero oscurece,

tanto que quiero levantarme

a cambiar una bombilla

en un hilo de este aire cargado de plomo,

aunque me asfixian tus piernas

y son tus manos las que conectan

la luna a la corriente.

Nos cubren estos rayos

falsos de telarañas luminosas,

y ahora todo son brazos y manos

cogiéndose y soltándose sucesivamente,

algunos se esconden o se convierten

en máscaras blancas de decepción

o arrepentimiento.

Ni un alma habita este escenario

hasta el crepúsculo,

ni un silencio roto sin mirarnos.

Are you lonely too?

So am I.