Alfredo Saez

- El Reloj de Salvador-

 

¿Para qué quieres ese reloj?

jamás retendrá tu húmedo dolor 

ni agraciará tus gloriosos fastos ,

rotor sexagesimal de mecánico control.

 

Menos agilizará la nimia lentitud,

 lentitud de los fúnebres  lamentos

que no volverán plenas tus sonrisas

refractarias a tercas y señeras prisas.

 

 Penitentes horas bisagras llegan solas

dividiendo los adioses y los futuros,

perimidos unos y expectantes otros,

en el breve gozne bascular del existir.

 

Las manecillas, finas damas hieráticas,

emperatrices de rigideces cronológicas,

imprecisas ante la rebelión de Psiquis

apenas si miden auroras y arreboles.

 

Ya no te quiero áureo reloj. ¡Vete!

deja chorrear persistente la memoria

tu  “realismo” no es el “sub” de Dalí:

Salvador te archivó en el arenoso playón.