Con olor de muerte la tarde sembró su pena
de rosa palo y oro luces en tu paseillo
vistes con tu porte,el garbo sobre la arena
más el asta del toro apagó todo tu brillo
Herido de muerte con tu sangre sobre el coso
maldiciendo a la tarde por tu última faena
dos fueron las vidas caídas en su reposo
por un duelo tan mortal que a la vida envenena.
Se olía la muerte triste, el cielo de Linares,
vertiendo sus lágrimas de sangre en el anillo
despojó a todas las mujeres de sus collares
a los hombres golpeó su sien con el martillo.
Tu diestro Manolete para mi un gran torero
más si bien ahora con dolor también te digo
tan grande como tú siempre será el toro Islero
dos leyendas cayeron sin remedio en el ruedo.